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THE SWEET METAL BAND

THE SWEET METAL BAND

 

Desde que The Sweet Metal Band subió por primera vez a un escenario allá por 1999, han pasado más de 25 años, 7 discos, unos “cuantos” conciertos, algún festival, algún que otro premio de la crítica especializada, e incluso hasta a alguna aparición en televisión como candidato a representar a este país en Eurovisión.

En este largo periplo, que es difícil de clasificar musicalmente, incluso dentro de una misma canción, (ya que se mueven como pez en el agua dentro de todo tipo de metal), han pasado por sus filas diferentes músicos, que en su momento aportaron su granito de arena en conformar el sonido de cada momento.

Pero si hay alguna constante en toda esta trayectoria, es esa irreverencia, ironía, y acido sentido del humor, que impregna a las letras más reflexivas y combativas que a su vez, se apoyan en un sonido siempre contunde, a veces más dulce, y a veces más bestia, según estimen oportuno. En este último trabajo, con el que conmemoran su veinticinco aniversario de existencia, solo un componente de la formación primigenia permanece.

El responsable de la voz en los dos primeros discos (Maik), volvió para encabezar una nueva etapa. En “The fight club” (2023) desempolvó sus cuerdas vocales, y en este “The dead people ballade” ha echado el resto.Aunque desde “The farm” solo uno de aquellos componentes queda, el espíritu de la banda sigue intacto, y continúan fraguando su estilo más personal: “Todo eso que no conoces, no existe para ti, está muerto y enterrado.

En este mundo actual donde las bandas tienen que ser más influencers que músicos, tras 25 años en el anonimato “The sweet metal band” reivindican su existencia y resurrección” .

Te podrán gustar o no, pero ahí siguen haciendo lo que quieren hacer, que no es poco. 

Samuel Soler.

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